La mejor manera de liberarse de situaciones desafiadoras siempre es dejar ir su apego emocional, no apegarse más a sus deseos y hábitos condicionados, lo cual puede ser un proceso difícil pero es uno que vale la pena hacer de corazón y con determinación. Ya que el dejar ir no significa decir adiós a sus responsabilidades o que dejen de importarles. Significa que comprenden que ustedes no son solo pensamientos ni están sus reacciones emocionales, deseos y anhelos, aceptando y conociendo que ninguna situación los define, porque una situación no es tampoco ni su carácter ni sus patrones condicionados. Conociendo que los pensamientos, no son tan solo pensamientos, emociones, o sentimientos, son hechos que dejan una impresión en su percepción sensorial.
Por ello hay que saber que no está bien continuar apoyándolos más allá de lo que son, ni apoyar una versión fragmentada de nuestro yo verdadero auténtico. Podemos pensar que el cambio puede ser difícil, pero no deben temerlo. Ni aceptar situaciones que no les permita crecer, tan sólo porque se sienten cómodos y seguros donde están ahora recordemos que no todo significa que lo vemos es que sea la realidad de lo que es.
Crecer, cambiar y dejar atrás parte de nuestras vidas es aventurar nuestros pasos más allá de su zona de comodidad, ya que sin cambios nunca llegarán a saber cuánto más pueden llegar a ser. Cuando se apega el propósito a las cosas, aunque piensen que es bueno para ustedes hacerlo, podrían estar influenciando la razón por la que no están atrayendo a otras posibilidades mejores que promueva el crecimiento y el desarrollo tanto en lo personal como en lo profesional.
Hay mucha gente que cree que la verdad de los hechos de la vida consiste en apegarse a algo o a alguien y lo toma como una demostración de gran fortaleza, pero eso implica dejar ir las posibilidades personales , ya que dejar ir las cosas requiere mucho más esfuerzo. Y es importante comprender que el dejar ir las cosas nos permite y alienta a vivir en un estado de mente más armónico permitiéndonos restaurar el equilibrio en todo su ser. El dejar ir aquello que nos bloquea o nos crea barreras nos permite adentrarnos y conocer los cambios, permitiéndonos ser otro ser completamente responsable de sí mismos, un ser responsable de sus acciones y elecciones, sacándonos de situaciones y eventos que no les pertenecen.
Cuando dejamos ir, logramos en nosotros mismos la oportunidad de vivir con menos estrés.
Muchas veces se sigue pensando que para dejar ir debemos ceder algo.
Más recuerden, sea lo que fuere aquello a lo que se están aferrando, eso no es suyo realmente en primer lugar. Son hechos momentos, vivencias o criterios, que hay que permitir que nos dejen crecer sin bloqueos. Y en cambio, hoy los alentamos e instamos a que abracen el cambio sin menospreciar sus propios valores o creencias personales.
Cuando permitimos dejar ir un sentimiento, una situación, o inclusive una persona que nos está reteniendo atrás, impidiéndonos crecer y ser el yo auténtico, tienen mucho mayor campo para amar, para ver, para apreciar y para que no tengan los bolsillos vacíos sino que estén llenos del universo que abraza todo.
Francis Falcón.
